Tenemos muchos, como por ejemplo, un gallego uniceja que se la depila para crearse artificialmente las dos cejas, o el propio Saul Hernández. O uno que lee el tarot a tipas depresivas en la terraza del Hot!. Un día pasé cerca de una mesa donde timaba, digo, ejercía su oficio adivinatorio a una que tenía una cara de amargada la pobre. El medium la mira y le dice super serio:
-Él te dejó
-Y.... bueeeeeeeeno, nos dejaaaaam... bueeeee, mmmmh, pueeeees sí, me dejó.
Pero la "Palm D’Or" se la lleva una personajeta que se conoce que es estafadora y tiene historias super sucias en Chiapas en plan explotación de los indios y tal. Vamos, que si la ve el subcomandante Marcos por la calle, le parte la cara.
Pues por si eso no fuera poco, es la loquita del pueblo. Se llama Rosalía y se cree la emperatriz de su propio reino “Rosalíalandia” (parece broma pero es en serio, tiene un anuncio grande que pone “Rosalialandia” afuera de su tienda, que ella cree que es su país). Pobrecita, esta feísima para lo joven que es. Sombra verde, porque esta bastante morenita. Se viste con disfraz característico, en plan Bart Simpson o Wilma Picapiedra: Chalequito que originalmente no era chalequito, es decir, camiseta tijereteada; Shortsito que tampoco era shortsito, que era pantaloncito, igual tijereteado. Por encima de la cintura y muy cortito muy cortito, muy Bibi, muy Rosa Gloria. Todo muy retro, muy DIY. Y el pelo. El pelo es una especie de Mimi Flans (20 millas antes) y Maria Conchita Alonso, con un chongo pa’ un lao’.
Los que vengan para aca, antes de ir a Tulum, al Deseo a tomar algo, antes de ir a la playa, antes de cualquier cosa, pasense a ver nuestra mayor atracción, Rosalía, la loquita del pueblo. En la 5Ave, enfrentito de la calle Corazon.
