Al final, lo he aceptado. Estoy malo de los nervios. Después de años y años de echarle carrilla a Rodguíguez! Al final acepto que yo también estoy malo de los nervios. Esos wild mood swings, esa ansiedad, paranoias, tendencias suicidas, consumo de drogas y estupefacientes, todo porque estoy malo de los nervios. That’s me. Like it Or Not.
Pero gracias a que ahora vivo en la Playa del Carmen, que no se si lo he mencionado pero es un pueblito de lo más estresante, sobre todo si estas malo de los nervios, encontré el remedio. Y salió mucho mejor que la enfermedad. Se llama “Relaxil. Forever”. Así, con el punto y el “forever”, lo pone en la caja. Lo compré porque en mi búsqueda por un remedio a este mal, anduve vagando por las farmacias y tiendas naturistas del pueblo hasta que me topé con una caja donde aparece un como principe maya relajadíchimo. Leí al reverso unas cuantas promesas de paz y tranquilidad, los ingredientes que son todo hierbas legales (porque todos sabemos lo mal que me sientan las ilegales) pero lo que me convenció fue el maya. Yo quería conseguir ese nirvana, ese trance y ese relax que al parecer, el Relaxil había otorgado al antepasado. Ya cuando lees “forever” pues es dificil no ceder ante tanta promesa.
Ahora soy super feliz. Me tomo mi pastillita cada que empiezo a sentir nerviosismo y ansiedad y la única fuente de estrés que me queda es cuando se me empieza a acabar el bote.
Escucho: Beautiful Day Without You, ROYKSOPP